La promesa a la Bandera no es un simple conjunto de palabras a las que los alumnos responderán:" sí, prometo".
Es mucho más, es prometer lealtad al símbolo que nos representa ante el mundo y que nos identifica como ciudadanos de una nación, sin importar nuestro orígen.
Es prometer lealtad a nuestra patria, tal como lo hicieron Belgrano y sus hombres en aquel tiempo.
La promesa a la Bandera es un acto de esperanza y compromiso con el futuro.
Hacer una promesa hoy, es un acto de responsabilidad en un momento marcado por la desregulación, por la ausencia de normas, donde se derriten los vínculos y las acciones colectivas.
Es compromiso con lo público en una sociedad centrada en lo particular.
Es compromiso en acción en una sociedad indiferente a los bienes que son parte de nuestra identidad.
Es compromiso de repensar una sociedad con poca capacidad de reflexión sobre sí misma y a partir de allí visualizar el progreso.
Y es esperanza porque nos impulsa y nos moviliza a cada uno de nosotros, desde nuestro lugar, a fomentar y contribuir a la construcción de una sociedad más unida donde vuelvan a cobrar importancia los valores como el respeto por el otro, la solidaridad, la tolerancia, la libertad y la paz. Es poner en práctica aquellos principios que promovía Belgrano, orientando nuestro trabajo hacia el bien común, como un instrumento que permite desarrollar la capacidad creativa del hombre a través de la familia, la educación y el trabajo, responsabilizándonos siempre por nuestros actos, entendiendo que con nuestras acciones marcamos la norma.
El acto de promesa inviata a que entre toda la comunidad, familia y docentes contribuyamos a proporcionar a nuestros chicos, una formación integral: que abarque aspectos espirituales, intelectuales, afectivos y sociales. Para que en el futuro,todos ellos puedan tener calidad de vida y puedan vivir en sociedad más justa y sana.
La palabra se honra con actos.
Jimena Di Fresco
Maestra de Prácticas del Lenguaje y Ciencias Sociales de 4to Grado A