En este año tan particular, inédito, difícil en diferentes aspectos, si hay quienes merecen un fuerte aplauso son ellos nuestras chicas y chicos y sus familias.
En especial nuestras y nuestros chicos de séptimo. Ellos con valentía, compromiso, tezón y responsabilidad sostuvieron la actividad escolar hasta el último día. Este año que debía ser inolvidable porque marcaba el cambio a la nueva etapa del paso de primaria a secundaria parecía coplicarse hasta el final. Pero lo cierto es que se pudo.
Este año los actos fueron en casa. Virtual y en caravana puerta a puerta.
Con séptimmo grado la entrega de diplomas no fue diferente de como fueron casi todo el año, en casa. Esta vez, a lo virtual, se sumó la entrega de diplomas y medallas en persona. Como no podemos todavía juntarnos todos en el patio, este año la escuela fue a las casas de nuestros egresantes. Banderines, globos , batucada, risas tras tapabocas, bandera de egresados, los abrazos no pudieron ser, tienen que esperar pero hubo emoción, mucho amor y los diplomas llegaron a las manos de ellos las y los chicos de séptimo.
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