Canal Encuentro recuerda a una pedagoga referente en nuestro país y en Latinoamérica.
Berta Braslavsky murió el martes 9 de septiembre, a los 95 años, y dejó como legado haber sido la pionera en introducir la educación especial en Argentina.
'El país pierde una educadora ejemplar, que se mantuvo activa durante toda su vida, luchando por una educación de calidad, además de una investigadora de muy alto nivel y reconocimiento internacional que deja una herencia singular con sus libros y enseñanzas' fueron las palabras del ministro de Educación de la Nación Juan Carlos Tedesco, que se refirió a la pérdida que significa el fallecimiento de la educadora.
Berta Braslavsky nació el 19 de junio de 1913, en Gobernador Solá, un pueblo del departamento entrerriano de Rosario del Tala. Se graduó con medalla de honor en la Escuela Normal N.° 7 en 1932 y recibió el diploma de honor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1946 cuando obtuvo el título de profesora de Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras.
Fuera del país, en 1948, se integró al Instituto de Psicobiología del Niño de la Universidad de París. Allí estudió las técnicas más avanzadas de la educación especial y los debates y análisis en torno a la niñez y adolescencia, que posteriormente aplicó en nuestro país.
Luego del golpe militar de 1976, Braslavsky se exilió en Venezuela. Allí asesoró al ministerio local, pero también a los de México y Cuba. Fue consultora de la UNESCO y, con la vuelta de la democracia, regresó como profesora a la UBA.
Durante su vida recibió innumerables reconocimientos y premios por su trabajo y trayectoria. Entre ellos el Premio Konex: Educación: Teoría e investigación (1986); Premio Aníbal Ponce (1987); Medalla en Homenaje a los Defensores de la Escuela Pública otorgado por la Fundación Ricardo Rojas (1992); Premio otorgado por la Defensa de la Escuela Pública por CTERA (1993); Premio otorgado por la Labor Pionera en Ciencias de la Educación otorgado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (1992); Premio Interamericano Andrés Bello (1993) de la Organización de Estados Americanos (OEA); Premio Golda Meir (2004) y Premio Notables Argentinos por parte de la Cámara de Diputados de la Nación (2007).
Cabe mencionar que en el ámbito comunal desarrolló el programa Maestro más Maestro, que dio un enorme impulso a la educación preescolar.
De su abundante producción, se destacan las obras Positivismo y antipositivismo en la Argentina, La querella de los métodos en la enseñanza de la lectura, La educación y el hombre argentino, y su última publicación Adquisición inicial de la lectura y la escritura en escuelas para la diversidad. Según Ana Diamant -profesora titular de la Cátedra de Didáctica General del Profesorado de Psicología de la UBA-, en todas sus obras 'siguió impulsando que la escuela dé la gran pelea por la lectura comprensiva, siguió denunciando que su falta es un fenómeno que preocupa tanto como el analfabetismo, siguió pregonando que hay que enseñar a leer y que su aprendizaje requiere un esfuerzo, siguió haciendo propuestas pedagógicas, pensando cambios con el supuesto básico de que no hay acto educativo aislado de un contexto y que la resolución de la crisis de los procesos de aprendizaje debería ser una razón de Estado'.
Con sus 95 años, la educadora continuaba en actividad en el Programa ZAP (Zonas de Acción Prioritaria) del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, como coordinadora académica del área de lectoescritura.
'El país pierde una educadora ejemplar, que se mantuvo activa durante toda su vida, luchando por una educación de calidad, además de una investigadora de muy alto nivel y reconocimiento internacional que deja una herencia singular con sus libros y enseñanzas' fueron las palabras del ministro de Educación de la Nación Juan Carlos Tedesco, que se refirió a la pérdida que significa el fallecimiento de la educadora.
Berta Braslavsky nació el 19 de junio de 1913, en Gobernador Solá, un pueblo del departamento entrerriano de Rosario del Tala. Se graduó con medalla de honor en la Escuela Normal N.° 7 en 1932 y recibió el diploma de honor de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1946 cuando obtuvo el título de profesora de Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras.
Fuera del país, en 1948, se integró al Instituto de Psicobiología del Niño de la Universidad de París. Allí estudió las técnicas más avanzadas de la educación especial y los debates y análisis en torno a la niñez y adolescencia, que posteriormente aplicó en nuestro país.
Luego del golpe militar de 1976, Braslavsky se exilió en Venezuela. Allí asesoró al ministerio local, pero también a los de México y Cuba. Fue consultora de la UNESCO y, con la vuelta de la democracia, regresó como profesora a la UBA.
Durante su vida recibió innumerables reconocimientos y premios por su trabajo y trayectoria. Entre ellos el Premio Konex: Educación: Teoría e investigación (1986); Premio Aníbal Ponce (1987); Medalla en Homenaje a los Defensores de la Escuela Pública otorgado por la Fundación Ricardo Rojas (1992); Premio otorgado por la Defensa de la Escuela Pública por CTERA (1993); Premio otorgado por la Labor Pionera en Ciencias de la Educación otorgado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (1992); Premio Interamericano Andrés Bello (1993) de la Organización de Estados Americanos (OEA); Premio Golda Meir (2004) y Premio Notables Argentinos por parte de la Cámara de Diputados de la Nación (2007).
Cabe mencionar que en el ámbito comunal desarrolló el programa Maestro más Maestro, que dio un enorme impulso a la educación preescolar.
De su abundante producción, se destacan las obras Positivismo y antipositivismo en la Argentina, La querella de los métodos en la enseñanza de la lectura, La educación y el hombre argentino, y su última publicación Adquisición inicial de la lectura y la escritura en escuelas para la diversidad. Según Ana Diamant -profesora titular de la Cátedra de Didáctica General del Profesorado de Psicología de la UBA-, en todas sus obras 'siguió impulsando que la escuela dé la gran pelea por la lectura comprensiva, siguió denunciando que su falta es un fenómeno que preocupa tanto como el analfabetismo, siguió pregonando que hay que enseñar a leer y que su aprendizaje requiere un esfuerzo, siguió haciendo propuestas pedagógicas, pensando cambios con el supuesto básico de que no hay acto educativo aislado de un contexto y que la resolución de la crisis de los procesos de aprendizaje debería ser una razón de Estado'.
Con sus 95 años, la educadora continuaba en actividad en el Programa ZAP (Zonas de Acción Prioritaria) del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, como coordinadora académica del área de lectoescritura.
Mediateca Video: Berta Braslavsky.
Entrevista realizada a Berta Braslavsky en el programa El Monitor
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